¿Has oído hablar del yoga facial y sus beneficios para tu piel? Si nos sigues en redes sociales, ya habrás visto que hace poco te hablamos de un ejercicio para reducir las patas de gallo, que se acentúan en esta época del año al guiñar los ojos por el sol. Pero… ¡hay mucho más!
¿Te gustaría descubrir esta técnica y potenciar al máximo los resultados de nuestros tratamientos Young + Ginkgo y Young + Lift? Sigue leyendo porque lo que vamos a contarte te interesa.
¿Por qué incluir el yoga facial en tu rutina?
¡Tenemos un argumento que te va a convencer! Si dedicas tiempo a ejercitar tu cuerpo, con yoga o cualquier otra disciplina que te guste, ¿por qué no haces lo mismo con los músculos del rostro? Sobre todo cuando, en lo que a cosmética se refiere, la cara recibe una gran atención. Sería contradictorio descuidarla en algo que no nos lleva más que unos minutos al día, ¿no crees? De hecho, el yoga facial tiene grandes beneficios que vas a empezar a notar tras pocas semanas haciendo estos ejercicios. Hacer unos cuantos al día mejora la firmeza de tu piel, reduce tus líneas de expresión y, en general, hace que tu rostro se vea más relleno y suave. ¿Cuáles son estos ejercicios? A continuación te damos cuatro ejemplos para cuatro zonas distintas de tu cuello y rostro. Sin embargo, si te interesa descubrir todo lo que te aporta el yoga facial, ¡te animamos a seguir investigando! Te aseguramos que hay tantos ejercicios como quieras probar…Ejercicios de yoga facial para tu tratamiento antienvejecimiento
- Para unos pómulos bien esculpidos, empieza situando los dedos índice y corazón en la parte inferior del rostro. Luego desliza hacia arriba situando los dedos índices en las líneas de la sonrisa: el dedo índice parará en la nariz y el dedo corazón continuará hasta llegar a la parte superior del pómulo. Si haces este ejercicio durante aproximadamente un minuto diario, empezarás a notar resultados pasadas unas semanas.
- Para eliminar o reducir las líneas del entrecejo, sitúa tus dedos sobre el músculo y alisa hacia la línea del pelo mientras bajas la mirada y aguantas esta posición durante unos diez segundos. Repite varias veces y, más allá del efecto estético, notarás un alivio de la tensión en la zona.
- Para reafirmar el cuello, echa la cabeza y los hombros hacia atrás y golpea ligeramente la zona con los dedos, llevando las manos hacia arriba hasta llegar a las mejillas. Por la posición, te ayudará también a aliviar la tensión en la nuca.
- Para reducir la papada y definir la zona de la mandíbula, coloca la mano en la clásica posición de estar pensando, presionando con el puño la parte inferior del rostro. Luego, sin disminuir la presión, abre y cierra la boca unas 30 veces, cubriendo los dientes con los labios.
